VIERNES DE AGRADECIMIENTO
“Generación tras generación, de siglo en
siglo, desde siempre y para siempre el dueño de todo y el que reina eternamente
es nuestro Dios”, en estas palabras han vivido y se han movido los hombres de
Dios y todo ser human que pone su confianza en Él.
Actuamos y vivimos como si nosotros fuéramos
los dueños de todo cuanto nos rodea, nos afanamos de los tiempos queriendo
transformar nuestro entorno, después nos cansamos y desmallamos, llegamos así al
fin de nuestros días, después otras generaciones ocupan nuestro espacio, nuestros
sueños y anhelos, nosotros solo fuimos pasajeros que ocupamos un breve espacio
en el tiempo.
En la brevedad de nuestra vida buscamos
nuestras fortalezas materiales y las encontramos también en todo lo que nos
genera confianza, pueden ser elementos materiales y pasajeros, pero como son “materiales”
fácilmente se esfuman y se pierden; pueden ser pensamientos e ideologías, las
cuales también en un tiempo pasajero se perderán y mudaran, dice la palabra que
aun lo que podemos considerar como mas firme “cielos y tierra” un día dejaran
de existir y no serán más.
Ante la brevedad de la vida y todo lo que rodea al ser humano es necesario
afirmar nuestra vida en lo eterno, en lo inalcanzable e indestructible, tenemos
que afirmar nuestra vida en Dios, decirle con nuestro labios “tu eres el
Dios verdadero” quien tienes el control de todo bajo tus manos, todo está bajo
tu control y bajo tu dominio; “tú eres fiel”, confío plenamente en tu fidelidad
la cual no será mudada ni transformada por nada que haga el ser humano, tu
diste tus leyes, pides que el hombre se someta a ellas porque en tu fidelidad tú
las cumples fielmente.
Muchas veces se llega a pensar que Dios va cambiando su forma de ser
conforme y a la medida que cambia el ser humano, estas palabras de
agradecimiento y de reconocimiento que encontramos en su palabra nos muestran;
que Dios siempre será el mismo, que Dios es fiel, que el dio sus mandamientos para
que el hombre los guarde y al hacerlo entra en las leyes perfectas de Dios, que
su eterno amor es para siempre.
Gracias Dios por ser nuestro Dios, gracias por tu fidelidad, gracias por
tu eternidad, gracias por tu amor y gracias por tus leyes inquebrantables;
esperamos siempre tu manifestación gloriosa en toda nuestra vida.
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