LUNES PROMESAS DE LA BIBLIA
La hierba se seca y la flor se marchita, pero la
palabra de nuestro Dios permanece para siempre. Isaías 40:8 NVI
Esta palabra dada por el profeta Isaías donde
resalta la importancia e inmortalidad de la palabra de Dios, es retomada por el
apóstol Pedro en el nuevo testamento donde nos recuerda de la importancia de tener
la vida fundamentada en la palabra de Dios. Pues
ustedes han nacido de nuevo, no de simiente perecedera, sino de simiente
imperecedera, mediante la palabra de Dios que vive y permanece. Porque «todo mortal es como la hierba, y toda su gloria como
la flor del campo; la hierba se seca y la flor se cae, pero la palabra del Señor
permanece para siempre». Y esta es la palabra del evangelio que se les ha
anunciado a ustedes. 1 de Pedro 1:23-25 NVI
Todo lo que vemos a nuestro alrededor, los pensamientos e ideologías son
pasajeros, hoy existen y en poco tiempo todo cambiará y dejarán de existir, la
vida y los tiempos están llenos de ideas y pensamientos cambiantes, por este
motivo cada día toma mas importancia la palabra de Dios que podemos encontrar
en la Biblia.
Si nos ponemos a observar por medio de la historia de la humanidad desde
tiempos cuando aún no existía la escritura y los grandes imperios hicieron su aparición,
como estos fueron cambiando y destruyéndose con el paso del tiempo, las grandes
y poderosas civilizaciones fueron siendo consumidas por otras mas poderosas, y
en el centro de esta historia e inamovible encontramos la poderosa palabra de
Dios, la cual como un testigo eterno ha acompañado a la historia y ha
permanecido por siempre.
Por este cambio y terminación de todas las potencias, pensamientos y regímenes
del hombre, es que el profeta Isaías dice que la hierba se seca y la flor
se marchita, en nuestro tiempo contemporáneo hemos visto caer imperios
y regímenes que se creían inamovibles; otros más están desapareciendo; otros están
a punto de colapsar e iniciar su descenso, otros más están en condiciones de proclamarse
vencedores por un tiempo para después menguar y desaparecer.
Aun todos aquellos pensamientos religiosos, corrientes filosóficas y teológicas
son pasajeras y los grandes movimientos y pensamientos humanos sobre Dios también
están de paso, pero la palabra de Dios se mantiene inamovible desde siempre y
hasta siempre.
Por esta movilidad y fragilidad de todas las cosas del hombre y aun de
la misma forma del ser humano de interpretar y vivir la palabra de Dios es que
el apóstol Pedro lo retoma, pero ya con otro significado y con otro fundamento,
ahora Pedro pone el fundamento no en el conocimiento de la palabra eterna de
Dios, sino en el fundamento del evangelio de Jesucristo para que los
pensamientos y la vida misma del hombre ahora sea inamovible.
Ahora en el evangelio de Jesucristo el ser humano ya no se queda
solamente en el conocimiento de esa palabra de vida y eterna, sino que forma
parte activa de la misma palabra, encarnando así todos los valores y promesas
eternos que encontramos en la palabra de Dios la cual es la vida misma del
hombre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario