SÁBADO DE BENDICIÓN
Saber elegir lo mejor para
nuestra vida tiene mucho que ver con los conocimientos que tengamos de lo que
queremos, así, por ejemplo, no podemos elegir lo que no conocemos o lo que no
sabemos que existe, de esta forma para poder elegir el camino de la vida
tenemos primero que saber que existe.
También tenemos que estar consientes cual
es el camino que por naturaleza estamos transitando, y adonde nos conduce ese
camino, para así poder hacer una elección que vaya de acuerdo con lo que
tenemos y lo que queremos.
En este texto el apóstol Pablo pone frente a nuestro conocimiento el
final de los dos caminos por los que el ser humano puede transitar; el camino
del pecado cuyo final es la muerte, y el camino de cristo Jesús que nos conduce
a la vida eterna. En las simples
palabras y la forma en que lo leemos parece más fácil el camino de la muerte y
es que está ofrecido de esta manera porque es el que todo ser humano camina; el
otro camino, el de la vida eterna es una elección que el hombre hace y se
recibe como un regalo de Dios, este camino no se camina; se acepta a Jesús y el
nos lleva a la vida eterna.
El camino del pecado; pues todos han pecado y están privados
de la gloria de Dios, Rom 3:23 NVI. Delante de Dios todos
los seres humanos somos pecadores, no hay
nadie que entienda, nadie que busque a Dios. Todos se
han descarriado, a una se han corrompido. No hay nadie que haga
lo bueno; ¡no hay uno solo! Rom 3:11-12 NVI. En
esta descripción del ser humano, todos los seres humanos somos pecadores, todos,
absolutamente todos caminamos el camino del pecado que conduce a la muerte.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario