SÁBADO DE BENDICIÓN
Justificación: cada línea científica, cada profesión y
cada grupo de personas utilizan palabras diferentes unos de otros, las cuales,
para cada uno de ellos les son muy familiares, pero para otros no lo son tanto,
por este motivo la mayoría de los libros especiales de cada profesión utilizan
un glosario, donde se da el significado de las palabras especiales que se están
utilizando.
Dentro de los estudios de la
biblia y de la teología también se dan estas palabras especiales no muy comunes
para todas las personas, por tal motivo algunas biblias tienen un glosario para
definir el significado de algunas palabras que no son muy familiares para todas
las personas, pero que son palabras muy importantes y se tienen que utilizar
sin cambiarlas ni adaptarlas con palabras más comunes para la mayoría de las
personas a las que se dirigen los escritos o las pláticas.
Tal es el caso de la palabra justificación,
la cual dentro de la biblia y como lenguaje evangélico es muy común decirla o
escucharla pero que muchas personas no pueden darle la interpretación deseada
por el escritor.
Esta palabra tiene un sentido de liberación
de una culpa o pago de una falta y aceptación; para poder ponernos en el
significado real de esta palabra tenemos que ubicarnos en el papel de un
acusado, el cual es culpable de haber cometido una falta, y por lo tanto,
merecedor de una condena; donde el acusado se sabe culpable y sabe perfectamente
cual es el veredicto del juez; entonces la justificación es declararlo
inocente y liberarlo de toda culpa, aun cuando todos y él mismo saben que es
culpable.
para este caso de la palabra justificación y poder entenderla
dentro de lo que el apóstol Pablo está
diciendo a toda persona, tenemos que aceptar nuestra culpa, la cual es digna de muerte frente a Dios; para esto
primeramente tenemos que ver a Dios como un juez, el cual juzga nuestros actos, y también tenemos que
ver los diez mandamientos como ley bajo la cual Dios nos juzga; de esta
forma Dios es justo porque no juzga bajo sus caprichos ni criterios, sino que declara
culpable al hombre cuando este ha violado una ley previamente conocida, como
esta ley de diez mandamiento es tan clara y sencilla y ningún hombre
puede guardarla; automáticamente somos declarados culpables y sabemos
perfectamente que somos culpables, esto es lo que dice el apóstol Pablo antes de llegar a este texto; que todos
somos culpables y no hay nadie justo delante de Dios, de tal forma que por ser
culpables estamos apartados de la gloria de Dios.
Justificados pues por la
fe; entonces todo el pecado que tenemos frente a Dios y que nos hace
culpables; que nos separa de Dios es quitado de nosotros por medio de nuestra fe
en nuestro señor Jesucristo, ahora no pagamos nada, ahora ya no tenemos que
hacer Penitencia ni estar en algún lugar especial para pagar por lo que hemos
hecho, ahora somos declarados justos por medio de la fe y únicamente por la fe
en aquel que pagó nuestro delito para acercarnos a la gloria de Dios.
Tenemos paz para con Dios,
¿por qué es importante tener paz para con Dios?, Dios es el creador de todas
las cosas, es el que tiene el control del mundo entero y sus personas, el
hombre está enemistado con Él; no quiere sujetarse a las leyes morales de su
creador, lo mas grave no es que el hombre no quiera sino que dice el apóstol
Pablo “no puede” y esto si es mas grave aún que muchas veces aunque el hombre
quiera ser diferente hay una fuerza dentro de él que le impide hacer lo que
quiere hacer, entonces no solo es de querer también es de poder y el hombre sin
ser justificado “no puede”.
la única forma de poder recuperar
la gloria de Dios en nuestras vidas es por medio de la fe en nuestro señor
Jesucristo, el hombre tiene que dejar que el poder de Jesús quite y limpie toda
barrera de pecado que no le permite acercarse a Dios y tener paz en su vida y
la única forma de hacerlo es por medio de la fe, es por medio de creer que Jesús
nos declara justos delante de Dios.
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