LLUVIAS DE BENDICIONES

LUNES PROMESAS DE LA BIBLIA

En esta maravillosa promesa de Dios encontramos que, a pesar de la desobediencia del hombre; Dios siempre está esperando el arrepentimiento y la confianza Del ser humano hacia su creador y nos dice que en el arrepentimiento y la calma está nuestra salvación, que en la serenidad y la confianza está nuestra fuerza. También nos dice que todo cuanto hagamos por nuestras propias fuerzas, pero lejos de su voluntad resultará en agravio para nosotros mismos.

 

El señor está siempre esperándonos para tendernos sus manos amorosas y de piedad, para mostrarnos su eterna compasión porque en su justicia Y su amor siempre está esperando que nos acerquemos a él, y tan pronto como Él nos escuche no responderá.

 

Aunque muchas veces sentimos que el señor se olvida de nosotros y en nuestras rebeliones nos llena de adversidades y aflicciones; Dios no esconde su rostro para con nosotros y presto lo busquemos lo podemos ver. Aunque andemos por nuestros propios caminos y nuestros pasos se alejen cada vez más de la Presidencia de Él, siempre podremos escuchar la hermosa voz de nuestro señor mostrándonos el camino correcto por el cual todas muestras desventuras Puede desaparecer.

 

Cuando nosotros decidimos escuchar la voz de nuestro señor todas las acciones de nuestra vida Son dirigidas hacia nuevas direcciones, dice el señor qué entonces todo nuestro ser se vuelca hacia Él y quitamos de nuestra vida toda idolatría, arrancamos de nuestro ser los ídolos y motivaciones vanas que dirigen nuestra vida.

 

Como respuesta a este cambio de actitud en el ser humano hacia su creador, Dios quita toda calamidad y sufrimiento, entonces en su bendición nos regala todo lo necesario para tener una vida en abundancia y completa, todo cuanto hacemos con nuestras manos es prosperado.

 

Bendito es Dios y sus hermosas promesas para todos los seres humanos, no nos cansamos de alabar su nombre y reconocer su justicia, aunque estemos pasando por situaciones adversas encontramos en su palabra que, Él siempre tiene tiempos mejores, que únicamente está esperando una reacción de arrepentimiento, fe y esperanza del hombre hacia Él.