LUNES PROMESAS DE LA BIBLIA
La
promesa de la salvación la encontramos en la escritura con dos objetivos, el primero
salvar a su pueblo de las calamidades que viven por los malos tratos impuestos
por los pueblos que los conquistaba y esclavizaba, y el segundo salvarlos de la
muerte espiritual dándoles vida eterna. Este pueblo de las promesas de Dios al
igual que nosotros se preocupaba mas por las condiciones presentes de su vida y
por lo tanto veían la salvación como un quitarles las cargas presentes y darles
libertad política.
En sus condiciones de esclavos y temores de
ser destruidos por la falta de liderazgos y tropas de guerra sólidos, ellos
clamaban y buscaban el refugio en Dios el poderoso en batalla, aun a pesar de
haber sido liberados y haber recibido las victorias de guerra Dios les tenia
preparado la esclavitud en manos de otros pueblos guerreros y otros imperios,
porque la salvación de Dios nunca ha sido política sino espiritual.
Este
deseo de salvación política lo encontramos bien claro en los evangelios del
nuevo testamento ya en los tiempos de Jesús, este fue uno de los motivos por
los que Jesús no fue aceptado como Mesías o rey salvador por parte de su
pueblo, porque ellos lo esperaban liberándolos del imperio Romano y regresándoles
el poder y libertad que tuvieron en tiempos del rey David y del rey Salomón, la
idea de un Libertador político también tubo que ver mucho como lo trataron los
reyes y gobernantes de su tiempo.
Estas formas de ver la salvación para
nosotros en nuestros días por la obra redentora de nuestro señor Jesucristo ha ocasionado
malas y diferentes formas de ver el
evangelio y su aplicación, aun hoy día muchos lo ven como una fuerza política que
se contrapone con los reinados y poderes actuales de la tierra, otros también lo
ven como la forma de escapar de las condiciones sociales en que vivimos y otros
mas como lo que verdaderamente es; el poder salvador que nos rescata de la
muerte y nos da vida eterna.
Es por esta mala forma de concebir la salvación
de Dios por medio de nuestro señor Jesucristo que no permite que muchos se
acerquen a Él, pudiéramos decir que no vemos el camino de regreso sino que
todos lo vemos de ida, con esto queremos
decir que para que podamos tener una liberación social y política primero
tenemos que tener la salvación de la muerte eterna, es decir tenemos que ver la
intervención de Dios en nuestras vidas para darnos libertad sin importar las
condiciones en las que nos encontremos, para después con este poder actuando en
cada uno de nosotros cambiar nuestra condición social, y finalmente cambiar la condición
política, todo es posible pero no se aplica la fórmula adecuada.
Porque el Señor es nuestro guía; el Señor
es nuestro gobernante. el Señor es nuestro Rey; ¡Él nos salvará!, Isaías 33:22
NVI. Esta promesa es para nosotros ya una realidad, como no la vemos en
tiempo futuro sino en tiempo presente ahora le cambiamos el orden y tiene el sentido
correcto para nuestra vida; el Señor me ha salvado del pecado y de la muerte,
por lo tanto, Él es mi rey y Él gobierna mi vida, por mi nueva forma de vida en
respuesta a su bondad yo sigo sus pasos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario