EL LEGADO DEL SALMISTA

DOMINGO DE ORACIÓN

Aun cuando sea yo anciano y peine canas, no me abandones, oh Dios, hasta que anuncie tu poder a la generación venidera, y dé a conocer tus proezas a los que aún no han nacido. Salmo 71:18 NVI

 

   esta oración y ruego es de lo mas significativo en los deseos del salmista cunado sus fuerzas físicas empiezan a menguar y aun sus opiniones dejan de ser tomadas en cuenta, su tiempo esta pasando y solo le quedan los recuerdos de una vida victoriosa y de la presencia de Dios en su vida.

  El salmista no recurre en sus recuerdos a sus tiempos maravillosos llenos de victorias ni a su poderío frente a la vida que seguramente para él todo esto ya en su vejes es vanagloria, mas bien recurre a sus tiempos y la gloria de haber caminado con Dios, recuerda que desde su juventud su fortaleza siempre fue Dios, en Él puso toda su confianza.

  Al final de su vida solo una cosa le pide a Dios que le permita dejar como legado a las futuras generaciones su confianza en Dios, que le permita anunciar y enseñar de las maravillas que Dios hace en la vida de las personas.

   Esta oración me hace pensar en la forma en que hoy vivimos y en las cosas que aprendemos y enseñamos de la sociedad, ¿Cuántos de nosotros tendríamos que pedirle perdón a las generaciones venideras por los valores que estamos enseñando o por lo que no estamos enseñando? porque muchas veces no tomamos la responsabilidad que nos toca al ser los que hoy marcamos las tendencias de la vida y nos dejamos arrastrar por las corrientes de nuestros contemporáneos.

  Si nos ponemos a observar las noticias, los medios de comunicación, información y entretenimiento nos vamos a dar cuenta como hoy las personas vivimos sumidos en el conformismo, en el egoísmo y en el bien estar presente, sin esforzarnos por ofrecer y dar lo mejor de los principios eternos que permitan el crecimiento de los demás.

 Podemos decir que existe un conformismo y un miedo en enfrentar las condiciones de vida vana presente, que no presentamos los valores del reino como arma de guerra frente a la desvalorización presente. Tampoco se trata de hacer guerra fanática como muchos extremistas, simplemente hacer lo que hacia el salmista pedir a Dios la fuerza y la dirección para hablar de Dios y mostrar y enseñar a las generaciones presentes y venideras las misericordias de Dios.