RESUCITÓ PARA NUESTRA FORTALEZA

SÁBADO DE BENDICIÓN

El hombre puede hacer prácticamente todo lo que se imagine, ¡si puede pensarlo, puede lograrlo!, basta con imaginar lo que queremos y aunque cueste trabajo y tiempo el hombre terminará lográndolo, es así como hemos logrado todos los avances y descubrimientos que hoy podemos disfrutar, como seres humanos tenemos una gran capacidad, esto no podemos negarlo; ya que fuimos capacitados precisamente para esto, dice la escritura que Dios le dio la facultad al hombre para  “señorear la tierra”.

   Hay dos cosas que al hombre le preocupan mucho y en esas áreas el hombre no puede avanzar; es todo lo que tiene que ver con el futuro y con la muerte. Desde tiempos remotos siempre ha sido algo que el hombre ha querido dominar, pero no ha podido, si tan solo pudiéramos controlar las cosas que están por venir seguramente podríamos tener el control de todo, pero estas dos cosas; el futuro y la muerte no están destinadas para que el hombre las controle, están fuera de todo alcance humano.

   Donde el hombre ya no puede actuar con sus conocimientos y capacidades físicas e intelectuales, las controlamos con lo intangible; con la fe, por eso es tan importante desarrollar y fortalecer esta área de nuestra vida, ya que lo que no podemos lograr con fuerzas materiales y tangibles, lo podemos complementar con la fe.

   Aunque hoy el hombre como resultado de su gran autosuficiencia casi para todas las cosas deja la valoración de la fe en segundo plano, es decir, le damos mas importancias a desarrollar las capacidades físicas e intelectuales antes que desarrollar nuestra vida en la fe, es así como hoy en día el hombre invierte gran parte de su vida desarrollando e innovando las formas de como tener un mejor control sobre las cosas y de como lograr ese ¡señorear la tierra!, hoy día tenemos mucha capacidad para transformar todo lo que se nos venga a la mano, pero estamos vacíos de la fe y estamos vacíos de Dios, en otras palabras las dos áreas que el hombre no puede controlar; el futuro y la muerte nos hace temblar y descontrolarnos.

   Es precisamente la fe la que nos hace mas fuertes y nos da la fortaleza para poder avanzar en cualquier área; es precisamente la fe la que quita los miedos y los temores, es precisamente la fe la que nos permite vivir una vida plena, confiando en que Dios tiene el control de todas las cosas y confiando en que Dios tiene el control de nuestra vida después de la muerte.

   Dice  el apóstol Pablo; hablando de Jesús, que el fue entregado a la muerte por nuestros pecados, y resucitó para nuestra justificación, sin duda como ya lo dijimos antes; el miedo y el temor que tenemos al futuro y a la muerte prácticamente nos paralizan y nos roban los sueños y las ilusiones, pero cuando sabemos que ese futuro no depende de nosotros, sino que depende de Dios y que todo lo que por error hicimos en el pasado ya no cuenta como limitante para las cosas futuras entonces podemos caminar confiadamente, pero todo esto es solo por medio de la fe en Jesús, el cual limpia todo pecado, toda maldad y todo error que hayamos cometido, Él tiene el poder para dirigir nuestro futuro y para darnos vida eterna aún después de la muerte, porque por Él somos limpiados, justificados y perdonados; por medio de Él podemos limpiar nuestro camino.