ESPÍRITU DE RESTAURACIÓN

ESPÍRITU DE RESTAURACIÓN

JUEVES DIOS ENTRE NOSOTROS

   Jesús es el portador del Espíritu santo de Dios, con esta frase que ya se ha repetido en tres ocasiones en el evangelio de Lucas, donde el evangelista nos dice que Jesús esta lleno del espíritu santo, lo que nosotros entendemos es que este poder especial es Dios mismo actuando en este caso o materializando su poder por medio de Jesús, donde Jesús hace únicamente la voluntad del padre, es muy cierto que Jesús es Dios mismo caminando y actuando entre los humanos, pero también hay que resaltar que es muy importante la acción del poder del Espíritu santo en su labor de restauración del ser humano.

  Por  cuanto me ha ungido; primero dice Jesús que Dios le ha dado de su Espíritu y después dice que le ha ungido, o lo ha designado para una tarea especial, en al antiguo testamento las personas se ungían cuando se designaban para servicios específicos y de gran importancia, como a los profetas, a los sacerdotes y a los reyes, se ungían en señal de dedicación para un trabajo especial, de esta forma estos hombres contaban ya con el poder de la unción.

Para dar buenas nuevas a los pobres; la unción de Jesús tiene que ver directamente con una condición en el ser humano, la pobreza, muchas veces nos hemos preguntado ¿porque Dios y el plan de libertad se enfoca directamente en esta condición del hombre? todos sabemos que en la realidad todos los seres humanos en todas las condiciones necesitamos esa buena nueva, porque todos necesitamos la salvación.

Me ha enviado; Jesús tiene muy claro cual es su misión, si bien el ya es lleno del Espíritu santo, esta llenura le otorga un ministerio al ser ungido, estas bendiciones pasivas lo llevan a tomar una actitud de obras y ahora es el enviado, entonces tenemos tres bases en la obra de Jesús, uno; es lleno del Espíritu santos, dos; es ungido para un ministerio especial, y tres; es enviado a poner en obra lo que se le ha concedido.

Libertad a los cautivos; nos habla de una condición de prisión, es decir, encerrados en una forma de ser, donde esa prisión o esa cautividad no nos permite movernos en otras áreas o lugares de bendición, este estado de cautividad tiene que ver con condiciones creadas por los instintos propios del hombre, donde la misma persona es prisionera por ella misma por falta de libertad de pensamientos.

Dar vista  a los ciegos; nos habla de una condición de ignorancia, en este caso no ser capaces de ver una vida diferente, esto debido a que no hay quien nos muestre un mejor camino, con una vista tan corta y acostumbrada a siempre ver las mismas formas, las mismas actitudes, que no somos capaces de ver todas las cosas maravillosas que hay al vivir en la luz de Jesús

Libertad a los oprimidos; nos habla de rescatarnos de una condición de presión, de carga o de sujeción, donde la persona oprimida esta sujeta a una condición o a una serie de condiciones donde no puede librarse, esta condición de opresión es generada por motivos o condiciones externas al hombre, como un tipo de medio social  en el cual con el transcurso del tiempo los hombres mismos hemos creado como medio de vida, pero que esta lejos de lo que Dios quiere para el hombre.

    El Espíritu santo en cada uno de nosotros.

    Jesús no rehusó las tres condiciones o fortalezas que le dio Dios el señor  al ser lleno del Espíritu santo; que el Espíritu del señor reposara sobre el, que el Espíritu santo lo ungiera, y que el Espíritu santo lo enviara a cumplir una misión específica.

El Espíritu santo es Dios actuando en medio de nosotros, en favor de nosotros, pero también a través de nosotros, es decir, Dios le da esa bendición al hombre de ser el portador de su poder pero también de actuar por medio de ese poder para bendecir al mismo hombre.

¿Que podemos dar cuando somos llenos del Espíritu santo?. Lo mismo que dio Jesús, hoy los seres humanos seguimos siendo cautivos; de nuestros propios vicios, de nuestros propios egoísmos y ambiciones,  seguimos siendo ciegos; encerrados en un mundo de oscuridad donde la luz de cristo no nos ha alumbrado,  seguimos siendo oprimidos; por los valores inhumanos que imperan en la sociedad y que esos valores fuera de toda voluntad humana han corrompido toda costumbre y toda acción humana.

Necesitamos dejarnos guiar por el Espíritu santo de Dios, que ese Espíritu santo nos llenen y nos dirija para que podamos volver a sentir la presencia de Dios con nosotros.