EN EL PODER DEL ESPÍRITU

 EN EL PODER DEL ESPÍRITU

TRES HOMBRES LLENOS DEL ESPÍRITU SANTO 

Un análisis al poder del Espíritu santo actuando en las vidas de Zacarías, Simeón y Juan el bautista, basados en los relatos del evangelio según Lucas.

Nuestra vida esta marcada por momentos, eventos y palabras que dieron forma a lo que hoy experimentos y sentimos, estos momentos, eventos y palabras estuvieron acompañados de compañeros, amigos, familiares, etc. quienes fueron artífices de lo que hoy somos. Algunos de estos artífices crearon e infundieron en nosotros enseñanzas de gran valor y otros crearon en nosotros valores poco dignos.

 Esto nos deja ver lo importantes que somos en la vida de las personas que comparten con nosotros un tiempo y un espacio, porque así como muchos sembraron en nosotros, hoy también nosotros sembramos en la vida de otros, podemos tomar la actitud de ¡yo no tengo nada que ver en esto! o podemos ser un instrumento útil para moldear la vida de todo aquel que se acerca a nuestras vidas.

Pero, ¿qué voy a aportar para los demás?, ¿si yo mismo no se si hay algo de valor humano en lo que soy?, ¿cómo voy a saber si soy capas de dar cosas buenas?, y si estoy dispuesto a ser ese instrumento para moldear vidas, ¿de dónde voy a tomar la fortaleza?.

Vamos a analizar la transformación de tres hombres posiblemente con un rango de influencia en su entorno diferente pero con una eficacia en su interior similar, la influencia en las personas exteriores estuvo determinada por lo que cada uno de ellos representó en su entorno, pero la eficacia interior estuvo determinada por su repuesta a dejar que el espíritu santo obrara en sus vidas, estos tres hombres con diferentes formas de ser,  pero con una cosa en común; dice el evangelista Lucas ¡llenos del espíritu santo!

Zacarías.

   Este hombre dice la escritura que era uno de los veinticuatro sacerdotes principales del pueblo Judío, pertenecía a una familia  sacerdotal del linaje escogido por Dios para ejercer el sacerdocio en el templo de Dios, el evangelista Lucas lo coloca en la mas alta esfera del sacerdocio, en el acto mismo del acercamiento de este hombre con Dios, según las costumbres y creencias de su tiempo, ya que este sacerdote de lo mas puro de la religiosidad, se encontraba en el momento cumbre de la relación de este hombre con Dios, es decir, era el momento mas sublime y único en que el hombre se podía acercar a Dios, es en este clímax donde Dios por medio de un ángel se acerca a Zacarías, no para aceptar su ofrenda o para decirle que la grandeza de su religiosidad había abierto un camino de bendición para su pueblo que es lo que estos sacerdotes buscaban, sino para decirle que Dios mismo había iniciado el proceso de acercarse a los seres humanos.

    A Zacarías el ángel le revela el plan de salvación, pero el no puede decir nada porque Dios sella sus labios para que no hable, entonces Zacarías con todo lo que es y lo que representa no puede hablar porque aun no ha sido lleno del Espíritu santo, el esta cumpliendo lo que Dios quiere de él, pero no puede hablar, dura prueba para un hombre que tenia que enseñar la ley de Dios al pueblo Judío.

  Es hasta el cumplimento del tiempo establecido por Dios que sus labios se abren y entonces lleno del Espíritu santo(Luc. 1:67 BRV) proclama el plan de salvación de Dios para toda la humanidad y en el nombre de Jesús y el poder del Espíritu santo este hombre ya no enseña solo al pueblo religioso de su tiempo, sino que exclama una hermosa alabanza para toda la humanidad.

Juan el bautista

   El ángel Gabriel le dice al sacerdote Zacarías que Juan el bautista sería grande delante de Dios y que sería lleno del Espíritu santo (Luc 1:15 BRV) desde el vientre de su madre aun desde antes de nacer, de Juan la palabra no menciona que haya vivido un momento en el cual no contara con la llenura del poder de Dios en él, simplemente él es un caso especial  en el plan de Dios, es un hombre que aparece en un tiempo especifico, en un lugar especifico para un propósito especifico.

La misión de Juan el bautista dice la escritura, fue preparar el camino del señor Jesús, dice la palabra que él mismo decía: yo no soy nadie pero vendrá el salvador de la humanidad, prepárense para recibirlo.

El Espíritu santo obró en juan el bautista, llenándolo de poder para enfrentar una generación alejada de la voluntad de Dios, y Dios utilizo los labios de este hombre para anunciar la llegada del salvador cumpliendo su ministerio hasta su propia muerte y de él dijo Jesús; que entre los hombres nacidos de mujer no hubo ni habrá otro mas importante delante de Dios como Juan el bautista.

Simeón

El último de los tres hombres llenos del Espíritu santo de los cuales nos habla Lucas al inicio de su evangelio; es Simeón, de él nos dice que es un hombre normal, pero también nos dice que es un hombre lleno del Espíritu santo(Luc2:25 BRV), esta llenura del poder de Dios le hace ser justo y piadoso, pero también le da confianza en el señor y espera la consolación de su pueblo, también nos dice la escritura que Simeón estaba seguro em su esperanza porque en su relación con Dios el Espíritu de Dios le había dicho que no moriría hasta ver el ungido del señor.

   Posiblemente este hombre se acercaba al templo de Dios todas las veces esperando ver este momento, hasta que precisamente en la presentación de Jesús en el templo este hombre pudo cargarlo en sus brazos y expresar las palabras mas maravillosas que cualquier hombre común puede decir, ¡ahora señor puedes permitirme el descanso eterno conforme a tu palabra porque mis ojos han visto tu salvación!.

   Analizando los tres casos de estos hombres llenos del Espíritu Santo encontramos que esta llenura y este poder esta directamente relacionado con la obra redentora de Jesús y el plan de salvación de Dios, cada uno cumpliendo con su rol especifico en la sociedad, cada uno luchando con sus actividades diarias, unas mas importantes, otras tal vez no tanto, pero cuando recibieron el Espíritu de Dios sus labios se abrieron y sus vidas se transformaron para mostrar, enseñar y hablar de la salvación de Dios por medio de Jesús.

 Necesitamos ser llenos del Espíritu santo, nuestras vidas tienen que tener ese poder, y a diferencia de muchas manifestaciones que hoy las personas hacen cuando dicen que cuentan con este poder, necesariamente tienen que cumplir con las tres características de estos hombres; una transformación, una proclamación y una vida diferente, todo esto en el marco de la salvación de Dios por medio de su hijo Jesús.